CULTURA Liliana Felipe le canta a Clarín 19/01/2017 [fbvideo link=»https://www.facebook.com/347896875299550/videos/1222298731192689/» width=»500″ height=»400″ onlyvideo=»1″]
Liliana Felipe clava al piano la filosofía de Discépolo; y en la clara voz un vendaval inflama de tangos su garganta. Le afana el aliento al auditorio cuando canta «Chorra» y continúa golpeando las muelas del teclado hasta hacer enloquecer las cuerdas. Vuelvo caminando y tarareo Lilianezcos tangos y los sones de Cuba en «extrañas cirscuntancias» tocando un trombón imaginario. Me rindo al hechizo de su ética, su castiza excomunión del habla, la mierda servida de alimento y cruces en pechos de ladrones. Así es esta incomparable artista que limpió mi noche de presagios.
Liliana Felipe clava al piano
la filosofía de Discépolo;
y en la clara voz un vendaval
inflama de tangos su garganta.
Le afana el aliento al auditorio
cuando canta «Chorra» y continúa
golpeando las muelas del teclado
hasta hacer enloquecer las cuerdas.
Vuelvo caminando y tarareo
Lilianezcos tangos y los sones
de Cuba en «extrañas cirscuntancias»
tocando un trombón imaginario.
Me rindo al hechizo de su ética,
su castiza excomunión del habla,
la mierda servida de alimento
y cruces en pechos de ladrones.
Así es esta incomparable artista
que limpió mi noche de presagios.