El Presidente Mauricio Macri firmó el miércoles un decreto que obliga a los familiares de los funcionarios a dejar el cargo antes del 28 de febrero.
Entonces debió renunciar casi toda la familia de Jorge Triaca, el papá de Rogelio Frigerio, el hijo de Patricia Bullrich y el hermano de Marcos Peńa.
La medida incomodó a algunos funcionarios y fue enfáticamente rechazada por los gobernadores de Córdoba, Catamarca y Santa Fe.
La novedad es que Pablo Avelluto se animó a decir en declaraciones al diario Perfil que «no le gusta la estigmatización de nadie y en ningún caso».
El Ministro de Cultura fue más allá: «no son ńoquis, no son corruptos o corruptas en tanto y en cuanto trabajen y lo hagan dentro del nivel de alta exigencia que nuestro Gobierno exige a sus funcionarios».