El Ministerio como conquista

Elizabeth Gomez Alcorta no usa maquillaje. Su cara, al natural, la expresa como es: una mujer del territorio. “Una militante Ministra”, dice con lentes y sonrisa abierta.

En una entrevista colectiva a un grupo de mujeres periodistas, la primera Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad nos recibió en su casa. La abogada, con trayectoria en causas de lesa humanidad, que encabezó la defensa de Milagro Sala y la dirigente Mapuche Moira Millan, introduce la entrevista contando la reacción de C. su hijo de 8 años al enterarse que iba a ser Ministra:
– “¿No vas a ser más la abogada de Milagro?”, le preguntó.
– «No», respondió Elizabeth.
– «Pero Milagro lo sabe y está contenta»

En esta entrevista Elizabeth Gómez Alcorta hablará sobre qué es para ella el feminismo, cómo se estructurará y cuáles serán los ejes y prioridades del flamante ministerio. Contará cómo es su relación con Alberto y Cristina y qué recorridos propios y colectivos la condujeron al lugar que ahora ocupa en el escenario de gobierno, la esfera pública y el territorio, lugar suyo y de todes que la reconoce como una más.

– ¿Por qué aceptaste ser ministra?

– ¿Por qué acepté?  Creo que a algunas se lo comenté. No es algo que yo busqué. Yo me imaginaba que después de venir de cuatro años de estar resistiendo, estos iban a ser cuatro años en los que iba a poder relajarme. En marzo quería empezar el Doctorado. Pensaba que iba a ser un momento de poder escribir y procesar muchas de las cosas que todas vivimos. Nunca busqué ningún cargo. No era mi intención. La verdad es que es algo que me sorprendió.

Si quieren les puedo contar cómo fue el ofrecimiento para que se entienda mi aceptación: yo a Alberto lo había visto en dos ocasiones, una en una entrevista que le hizo Cynthia en Lo de Néstor [#LaGarcía entrevistó al actual Presidente el 18 de junio pasado], después había compartido una reunión más grande de dos horas de discusión el año pasado cuando Alberto era otro Alberto. Y cuando lo vi en el Grupo de Puebla, donde integro el Comité Latinoamericano Jurídico me dijo que quería que hablemos. No me dijo más nada.  Yo no tenía su número de teléfono ni nada por el estilo.

Pasado un tiempito, me mandó un mensaje. Nos encontramos al día siguiente en las oficinas y lo que me dijo fue que él y Cristina querían sumarme al equipo.  Me dijo que habían tomado en cuenta mi perfil de abogada vinculada a  Derechos Humanos, y que estaban pensando si podía hacerme cargo del nuevo ministerio.

Primero le dije que el desafío era enorme, que les agradecía y le dije que sí. Más allá de que no estaba en mis planes, confiaba centralmente en la posibilidad de sumarme, sabiendo que el Ministerio es una conquista del movimiento de mujeres y de la diversidad. Después del Ministerio de Trabajo, que en su momento también fue una conquista popular, el de las Mujeres viene en esa línea.

Le dije que confiaba en la posibilidad de construir un ministerio con todos los sectores. Me explicó un par de líneas con las que le gustaría que trabajara. Fue bastante amplio: me pidió que pensemos políticas no solamente para las mujeres y me dijo que le gustaría que cuando termine su mandato no quede ninguna normativa sin perspectiva de género en la Argentina.

A Alberto lo había visto en dos ocasiones: es muy llano, es un tipo muy cálido, cero protocolar, así que pienso que es un desafío hermoso.

– No dudaste. Le dijiste que sí ahí no más…

– No, no lo dudé.

– ¿Cuáles van a hacer las primeras medidas del Ministerio?

El Ministerio está pensado en tres grandes ejes: por un lado, una línea que es central y que es el abordaje integral de políticas contra la violencia de género, en cumplimiento de la ley 26.485. Es clave la prevención, la asistencia, el fortalecimiento de acceso a la justicia y la protección. También pensamos otras interseccionalidades de grupos colectivos que tienen otras vulnerabilidades: las mujeres indígenas, las mujeres en contexto de encierro, las mujeres rurales y otras líneas más ligadas a eso.

La segunda línea rectora son las políticas de igualdad y diversidad sexual. Creo que en eso es donde estamos más atrasados en términos de políticas de Estado. Cuando pensamos políticas de igualdad, lo primero es el sistema de cuidado. Eso sí o si lo vamos a trabajar con otros ministerios. Es una de las prioridades que tenemos con el Ministerio de Desarrollo Social y lo vamos a laburar juntos. Hay que pensar un mapeo nacional de cuidados que no existe todavía en la Argentina.

¿Eso piensan trabajarlo con una ley o aplicando directamente políticas?

– Creo que el sistema cuidado hay que empezar a trabajarlo ya. No sé cómo será la proyección de la agenda legislativa, hay  que tender a pensar una ley en el marco del sistema de cuidado.

–  Y después pensar en conexiones con otros ministerios…

El sistema de cuidados es el eje central de la materia de todas las desigualdades que tenemos. Es el núcleo duro. Hay que pensar específicamente coordinaciones porque existen desigualdades en el sistema político, en el sistema de salud, en el mundo del trabajo y eso lo que amerita sí o si son coordinaciones, la transversalidad con los otros ministerios.

Por otro, lado hay que desarrollar una política pública central en términos de diversidad sexual, hay que pensar políticas de promoción y protección y centralmente hay que trabajar el mundo del trabajo y la diversidad, como el cupo trans, que nosotras vamos a asegurar obviamente en el ministerio.

– ¿Vas a contemplar en tu ministerio el cupo trans?

– Si, habrá cupo trans y vamos a laburar para exista esa ley que sabemos que va a ser una prioridad.

Tener un ministerio implica jerarquizar…

– La idea de jerarquizar las políticas públicas vinculadas a la desigualdad y al género implica un nivel de igualdad para poder trabajar, no solamente con el Poder Judicial sino también con el Poder Legislativo y con las provincias.

En términos políticos, ¿cuál es tu espacio en relación a Alberto y a Cristina?

– Yo milito en un espacio que se llama Vamos, que es el de la izquierda popular y que integra a su vez el Frente Patria Grande, que también forma parte del Frente de Todos. Creo que cuando uno mira el gabinete lo que ve es la cristalización de lo que implicó el Frente de todos: hay una diversidad política representativa de los espacios que permitieron ganar las elecciones. Creo que represento esa diversidad en el gabinete. Además no niego nada. No es que me dijeron que me camufle. Muy por el contrario, valoraron la diversidad.

Salvo el otro día con Alberto, jamás tuve una reunión a solas ni con él ni con Cristina. A Cristina la vi dos veces: una vez en un evento político en el Instituto Patria y otra vez en un evento más social. Nunca hablé ni tuve una reunión.

Cristina es uno de los cuadros políticos más brillantes que ha dado la Argentina, sin lugar a dudas. Creo que el acto de grandeza y lucidez de haber convocado a Alberto nos dejó a todos repensando. Habla de eso, del lugar que ocupa en la historia política argentina. Y Alberto no ha dejado de sorprenderme gratamente: no sólo en los temas de este Ministerio, también me ha sorprendido la mirada latinoamericana que tiene, que es central en mi formación política y en la forma en cómo pienso el mundo.

1 COMENTARIO

  1. No entiendo q tiene q ver el maquillaje con la militancia, me gustaría q miren mucho mas allá y ver la capacidad cuantas mujeres son capaces, nunca salieron en TV a hablar de ningún caso y no son ministras, y hay muchas q lo siguen haciendo y nunca serán ministras, xq lo hacen x amor al país y x conviccion

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