La socióloga, referente feminista analizó lo que dejó la masiva Marcha del Orgullo Antifascista. En diálogo con La Garcia por AM750.
Afirmó que la actitud de Javier Milei de las últimas semanas –con un violento discurso en Davos como epicentro del odio– no fue más que un “rosario de averías” que ahora intentan “borrar con el codo”.
Pero la respuesta en la calle fue más contundente que las justificaciones, y advirtió que van a celebrar el hecho de juntarse. «Yo destaqué lo policromático que había sido ese acto en tantos lugares del país, con movilizaciones en el interior”.
Y además, destacó, una marcha que fue “policromática”. “Las comunidades LGTB+ estuvieron a la altura del desafío, pero fueron muy acompañadas. Felizmente acompañadas”, añadió.
Luego, aseguró: “Eso habla de que hay una reserva de humanidad y de auto-respetabilidad. Porque yo creo que la agresión que provino de Davos es una agresión a la condición humana”.
Consideró que «Creo que hubo una estridente co-sensibilidad. En el sentido de rechazar la servidumbre voluntaria, la humillación, el propósito fascista del autoritarismo más cruel»
“Por eso creo que todos los espíritus sensibles se sintieron averiados. En una situación de ser agredidas como lo era la propia comunidad LGTB+. Algo del exabrupto que creo que tuvo su respuesta el sábado y lo va a seguir teniendo”, afirmó.
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